Las elecciones intermedias del 2021 serán determinantes para la sucesión presidencial del 2024. Reafirmo que Morena será más que el partido a vencer, simple y sencillamente, porque es partido en el poder y plataforma política de un presiente de la República más votado en la historia de México.
Aun aliados y reunidos en una coalición, los partidos de oposición no pueden dar por hecho que serán una fuerza real y competitiva, la duda es si serán capaces de lidiar con este paquete.
Todo indica que el mismísimo López Obrador, tiene en mente una opción b, un plan estratégico tan inteligente como maquiavélico, en toda la extensión de la palabra, que adelante, advierte que no permitirá un fraude electoral del que él mismo fue víctima.
López Obrador recuerda y advierte que él mismo fue víctima del fraude electoral, pues varias veces le robaron la Presidencia de la República, «nos robaron la Presidencia de la República»; dice en alusión a los comicios presidenciales de 2006.
En una de sus conferencias de prensa en Palacio Nacional, el Mandatario dijo que este »sí es un asunto personal» no sólo colectivo.
»Como después de que fuimos víctimas del fraude electoral vamos a permitir que se mantenga ese sistema antidemocrático, no, sería un acto de traición. Eso lo hicieron otros, que llegaron con la bandera del cambio democrático y se les olvidó y al poco tiempo ellos mismos decidieron hacer fraude electoral».
Es claro que López Obrador no se un hombre de perdón u olvido. Reclama que el ex presidente Vicente Fox llegó a declarar que por ningún motivo permitiría que este candidato (López Obrador) triunfe.
»Ese personaje fue el que recibió todo el apoyo del movimiento democrático que se fue gestando por años. Una gran traición a la democracia, entonces nosotros no, que se entienda bien no se lucha por cargos se lucha por ideales y principios» y advirtió que quienes se confundan y piensen que en su gobierno lo importante es triunfar a toda costa, encaramarse en los cargos públicos, »se van a ir por un tubo», porque según él, eso ya cambió.
Lo que entiendo es que hay un doble mensaje para la audiencia. Porque su marcada desconfianza hacia el INE, no sólo viene de un instinto del pasado vivido, sino que además, podría ser la quimera perfecta para argumentar, su disolución.
En cualquiera de los escenarios que se le observe, López Obrador sale ganando en las elecciones intermedias de 2021. Si la oposición gana, su triunfo será señalado como producto de un fraude al que la propia autoridad electoral se estaría prestando. Con esto, aun perdiendo importantes posiciones en el Congreso de la República o en las gubernaturas y municipios de los estados, su talento saldría a flote para convertirse en el presidente defensor de la democracia, aquel que está dispuesto hasta a sacrificar a sus propias instituciones –lógicamente corrompidas- para abrir paso a una verdadera regeneración del país.
La advertencia de López Obrador es clara. O gana Morena y ganamos todos, o perdemos todo con el fraude electoral.