Noé Farrera Morales

Si alguien instaló la rumorología como una estrategia sucia y ruin de gobierno, ese fue el exgobernador Manuel Velasco Coello, ahora senador del Partido Verde Ecologista de México y quien, desde la cercanía con la 4T y la protección del mesías Andrés Manuel López Obrador, ha puesto en marcha una idea descabellada y de miedo de que podría ser él quien llegue a la Presidencia de México.

Por un momento, sólo por un momento, imagine que eso pueda suceder. Luego, regresemos seis años la mirada al Chiapas que dejó muy golpeado Juan José Sabines Guerrero y nos situemos en los excesos, la frivolidad y el dispendio que abanderaron el gobierno del PVEM y el chamaco imberbe de Manuel Velasco, y veremos cómo podría irle a esta nación en manos de este farandulero.

Son más de mil millones de pesos los que están identificados como operaciones simuladas en ese sexenio, donde se supone que el mismo SAT iniciaría una investigación desde el 2021. Y si a mí me preguntan, la cantidad se queda corta con lo que realmente se robaron.

La estrategia de desfalco orquestada por el equipo de Velasco Coello, alias la Cuija Verde, consistió en la creación de decenas de empresas fantasma registradas bajo nombres de personas de escasos recursos económicos, y que sirvieron para que se inflara los bolsillos y se consagrara como uno de los peores gobiernos que haya tenido Chiapas.

A mí no se me olvida, incluso, aquella fotografía donde en vehículos movieron pacas de billetes que subieron a un avión. Una fotografía que mostró el rostro más cínico y corrupto de la política aldeana donde un chamaco inflado de soberbia e ignorancia, cuyo único mérito fue ser impuesto y que llegó a saquear las arcas de la entidad; un chamaco que gustaba de golpear y gritar a sus trabajadores cuando estaba iracundo, o que cacheteaba a otros ladrones de poca monta, como el “Bala”, que se prestaba a ser el lavaperros de ese sexenio con tal de tener para tragar.

Si eso hizo con uno de los estados más pobres donde los presupuestos, aunque altos, no se comparan con el de otras entidades federativas, imaginen lo que haría si llegara a tener el control de este país. Y sí, es importante mantener la memoria fresca porque no podemos permitir que la historia se siga repitiendo, que nos siga pasando facturas y que arribistas como Velasco Coello y familia sigan tejiendo sus redes de poder y sigan colocándose en espacios que son primordiales para el desarrollo y progreso de este país.

Ya de por sí a México le fue de la patada desde la llegada de los tecnócratas que le dieron en la torre a esta nación, imaginen dejándolo en manos de Manuel Velasco. Ya imagino al neo-rico de José Luis Sánchez, que fue el de ICOSO y que se hinchó en dinero con todo lo que se robó y que puntualmente se documentó en este periódico. Ya imagino a la señora Coello y sus ínfulas de grandeza hablándole al oído a su pequeño príncipe y usando a los pueblos originarios como simulación, o al viejo pingüino Coello, el abuelo incómodo y que siempre presume ser cercano a la 4T. ¡Qué bonita familia!, diría Pompín Iglesias.

No se olviden que Manuelito sonreía, saludaba a todos y los abrazaba, se tomaba fotos con los más pobres y con los niños, y al subirse a su camioneta se cambiaba la ropa y se lavaba las manos con alcohol por el asco que le provocaba la gente. Y eso no es ningún invento, pues sus propios choferes lo contaban. Tampoco se olviden que fue capaz de dejarse cachetear por el Bala para mostrar que así se llevaba con sus empleados, cuando la realidad no es así. O bien, cuando mandaba a su chofer, o a cualquiera de sus mandaderos, a pedir cantidades estratosféricas de dinero a las secretarías o direcciones para sus constantes viajes y pagar sus cotos de poder.

Lo cierto es que lo peor que le pudo pasar a Chiapas es caer en manos de Manuel la Cuija Velasco y quienes lo defienden, quienes presumen fotos con él, quienes se muestran leales a su líder es porque fueron parte de la misma corrupción, fueron parte del mismo derroche y de los excesos que se vivieron. Los nombres sobran, incluso de comunicadores que hoy se quejan y anhelan esos tiempos en donde les tapaban la boca con unos cuantos pesos para que alabaran lo inexistente.

Manuel fue capaz de simular la creación de obras, de inaugurar hasta en tres ocasiones un mismo hospital, de hacer montajes, y de mandar a construir un foro para que mostrara sus “dotes de charro”, en aquella bochornosa situación cuando lo tiró el caballo. Porque aparentar ser de rancho y serlo son dos cosas también muy diferentes, sino pregúntenle a Enoc Hernández, el rumorólogo y corrupto favorito del sexenio pasado, y quien debería estar en prisión por ratero.

Así, a Manuel Velasco, miembro del Grupo Zacatecas o Cártel Zacatecas, da lo mismo con lo mafiosos que son, ha comenzado con lo que sabe hacer: soltar rumores, infundir mentiras, calar el imaginario colectivo. Para eso sus esbirros y sus perros fieles se prestan y se relamen los bigotes pensando en lo que podría pasar si su dueño llegara a un escenario como ese.

Lo que sí es cierto, es que nunca llegará la justicia a Chiapas y Manuel seguirá libre de toda culpa. AMLO y su gobierno lo quieren, tanto así que es uno de sus cabilderos en el Senado junto a otros como ERA y Sasil. ¡Qué siga soñando la Cuija! Total, como bien dijo Calderón de la Barca: que los sueños, sueños son, y como dijo mi padre: soñar no cuesta nada.

ANCLAJE

Enoc Hernández Cruz, el del “millón de amigos” o el flaco de cobre, porque de oro no tiene nada ese miserable, ha empezado a moverse cual gusano que es. Todos conocemos su modo de operar y tenemos muy presente la forma en cómo se prestó para ser comparsa de la fraudulenta forma de operar en el sexenio pasado. Ahora tiene de nuevo intenciones de seguir mamando del erario. El lugar de ese malhechor está en El Amate. Ahí debería estar refundido y no con esa intención de buscarse un espacio en la 4T. Por ahí podría comenzar la Fiscalía. ¡Nos leemos mañana!

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