BUENOS DIAS CHIAPAS
Esta frase está hasta en una canción de Juan Gabriel.
Y es que los adversarios del Presidente están magnificando las renuncias que se están dando en el llamado gabinete legal y ampliado. Qué alguien me explique a qué le llaman ampliado.
Antes, es cierto, casi no se daban renuncias entre los secretarios de Estado, creo que con los Adolfos, Ruiz Cortines y López Mateos no las hubo; tampoco con Díaz Ordaz y creo también no las hubo con Echeverría. Estoy seguro que esto empezó con López Portillo, cuando, al mismo tiempo salieron dos; uno de apellidos Moctezuma Cid y el otro no lo recuerdo. A los dos les pidió su renuncia.
Con López Obrador se darán más porque la carga es bastante y el flete no es bueno.
El presidente encontrará a Jóvenes muy capacitados, con doctorados, que hablan tres o más idiomas, etc.
Hay mucha tela de donde cortar y buenos mexicanos, en los que por su mente no pasa eso de “el que no transa no avanza”.
Antes se peleaba estar en la primera división, en el gabinete pues. Los contratos millonarios dejaban el diezmo, y eso no lo consideraron suficiente los funcionarios ambiciosos y Calderón y Peña Nieto.
Aquí en Chiapas con Sabines Guerrero y Velasco Coello.
Llegaron con la espada desenvainada a robar, es el verbo que más les acomoda, no nos hágamos (con acento en la há, como decía la chimostrufia).
Como esos cochis que no solamente trompean la canoa, sino que la empujan tanto que llegan a voltearla.
Ya se maneja ahora de que ser funcionario ya no es negocio. La carga es dura y el flete no es bueno. pa´ qué pictes, dicen ya muchos.
Otros dicen, la patria no lo agradece, qué patria ni qué la tiznada.
Sí, ser funcionario estaba ligado a que, con seis años era suficiente para vivir muy bien el resto o muchos años.
De momento, exfuncionarios del PRI y PAN suspiran y están fraguando cómo recuperar el poder, cómo regresar a manejar nuevamente esas empresas fantasmas que aparecieron con Sabines Guerrero.
Yo supe de una “empresa” que le vendió tubos a Juan por muchos millones. Alguien la quiso conocer, porque es de Veracruz y la fábrica estaba en un poblado chico, por lo que se le hizo raro que no se hubiese enterado de su apertura.
Fue para allá y, en la calle y el número de esa fábrica estaba un campo de futbol llanero. Qué fábrica ni que la chingada. Robo vil y despiadado. Sal y agua se les volverá, decía mi abuelita Serafina (a todo lo que robaron).
Imagínense. Los diputados federales tenían un presupuesto para dar obras, contratos con los presidentes municipales aprobaban lo que les mandaba el presidente, esto lo vimos con Peña Nieto.
Ahora, ser diputado federal sin manejar milloncitos no es negocio. Vivir solamente de la quincena pa´ qué pictes.
Así pues, veremos más renuncias, pero nada pasa, nadie es indispensable.
Si los políticos operaron cerebros, ojos, hicieran trasplantes de hígado, etc. sí que estaría cabrón ver renuncia tras renuncia, pero lo que hacen, perdón, cualquier egresado universitario y con doctorado también lo hace, con la boca llena, me canso ganso.
¡Ah que tiempos estamos viviendo! Ser político ya no es negocio. Les quedara algo, el diezmo, como era antes, pero ya no se avientan el tirito de comprar tubos en Veracruz, como Sabines Guerrero. Eso fue el inicio, luego serían cientos de “compras” y pago de “obras” hechas en la dimensión descocidas ¡claro! También esto continuó con el güerito y en su sexenio compraron bara bara predios rústicos y urbanos viendo que en catastro que, propiamente, ya no tenían dueño.
Cuando no se encuentre a un funcionario que se conforme con la quincena, digamos 40 mil mensuales, llegará Paco Chávez y otros como él. Hay muchos. Me canso ganso.