opinion en pendulo de chiapas

BUENOS DIAS CHIAPAS

“nunca olvido que procedo de una familia sencilla y campesina. En mi pueblo, durante mi infancia, no había luz eléctrica, luz en las casas, escuela primaria completa, sino lodo y barro, una carrera de terracería que, en tiempo de lluvia, era imposible transitar, y muchas otras limitaciones. ¡No hay por qué pretender grandezas!”, indica la más reciente reflexión de Cardenal Felipe Arizmendi Esquivel.

Lo despreciable es el abuso del poder, el aspirar a ocupar puestos más y más importantes, relevantes, sin siquiera regresar los ojos al pasado próximo para aceptar que se hizo un pésimo gobierno, más que eso, un pésimo manejo del presupuesto estatal.
Y es que transcribo una propuesta del Ing. Jorge Vázquez Gómez, que tituló: Planeación estratégica para refundar la Universidad con calidad y visión de futuro.
Contiene un capítulo sobre el Origen de la problemática financiera de la UNACH.

Leamos: “La UNACH se sostiene de los recursos que recibe del Gobierno Federal (vía SEP-SHyCP y Gobierno Estatal, en una proporción 75%-25% respectivamente y de sus propios. Sin embargo, mientras el recurso federal llega a tiempo y completo, el gobierno estatal no, como se dio con el gobierno anterior (el de Velasco Coello), quien no solo daba menos cantidad de lo acordado, sino que además mochaba el recurso federal, al grado que el rector último se vio obligado a señalar que el gobernador no entregó en 2018 $50 millones enviado por SEP, que dañaba seriamente el pago de fin de año”.

Lo que está dentro de paréntesis yo lo incluí para que no quede duda de que ese chavo que llego a gobernador, que no a gobernar, continuó con el descuadre financiero de Sabines Guerrero. Los chiapanecos sí que estamos ¡malditos! Velasco Coello quiso dar un madruguete y dejar al flaco Enoch Hernández como Rector ¡imagínense! Que lo hubiera logrado, otra ¡maldición!

Aquellos diciembres

Jefe Noé, a nosotros nos tocó ingresar del ICACH con el calendario “A”. Las clases iniciaban en febrero y concluían en noviembre.
Las graduaciones se efectuaban en diciembre, en las primeras dos semanas, antes de la Navidad. Me refiero a las de los normalistas y bachilleres, que eran todo un acontecimiento social de gran distinción.

Y es que en ese tiempo, el ICAH era la máxima casa de estudios. A nivel universitario teníamos la centenaria Escuela de Derecho en San Cristóbal de Las Casas, de la que egresaron estudiosos que llegaron a ocupar altos cargos a nivel nacional, verdaderos jurisconsultos. Esa Escuela, hoy facultad, es orgullo de Chiapas.
Lamento no haber concluido la carrera, solamente estuve dos años. Luego les platico.

En esos años eran pocos los egresados, de ahí que se entregaban reconocimientos a los tres primeros promedios del bachillerato.
Para obviar, y de primer año de bachillerato (no era por semestres) en adelante, citaré a los mejores alumnos(as) al terminar el ciclo escolar febrero-noviembre de 1945.
Mario Esperón Lepine, Juan Bañuelos Chanona, Ernesto Bañuelos Chanona.

De otro grupo. José María Ibarra Jácome, Luis Tornel Coutiño, Enrique Pedrero Jiménez.
Hirán de la Fuente N., Francisco Aguilar Cervantes, José Manuel de la Fuente. Flavio Coutiño Velasco, Miguel Ángel Palacios Rincón, Alfredo Balboa Escobar.
José Humberto Chanona, Ángel Suárez Torres, Gilberto Gómez Castellanos.
De ingeniería solamente Guillermo Chanona Marín.

Leyes. Amadeo Güirís Jiménez, Ignacio Cal y Mayor Gutiérrez, Víctor Manuel Becerra Agilar.
Medicina. Manuel Cal y Mayor Redondo, Enoch Cancino Casahonda, Rodolfo Sayeg Ovando.
El promedio más alto lo obtuvo Manuel E. Cal y Mayor Redondo. 96.33
¡Ah qué tiempos aquellos, señor Don Simón!

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