¿Quién es quién?
La tarde del domingo salieron liberadas condicionalmente del penal El Amate en Cintalapa de Figueroa, 74 mujeres normalistas que habían sido detenidas por la policía en las últimas manifestaciones realizadas por estudiantes de Mactumatzá.
Muchos se sorprenden, ver cómo las autoridades pasan rápidamente de ser verdugos despiadados a nobles penitenciarios indulgentes; y es que, frente a la presión política y la movilización social, las instancias judiciales no pudieron emprender ningún proceso de averiguación en contra de los manifestantes. Se sabe, que los 19 hombres aún recluidos saldrán la próxima semana y en general los estudiantes sólo estarán obligados a firmar cada 15 días en el penal, entre comillas.
¿Alguien ganó, alguien perdió o quiénes ganaron y quiénes perdieron? Definitivamente, que unos pocos han ganado y la gran mayoría ha perdido. Veamos porqué.
Los primeros en ganar han sido el gobernador Rutilio Escandón, López Obrador y la 4T; y en segundo las direcciones, tanto de la Sección 7 encabezada por Gómez Bámaca como de los estudiantes normalistas, que de años atrás vienen cohabitando agitando consignas eternamente inalcanzables, pero que les reditúa grandes beneficios inmediatos que a leguas pueden verse.
Por un lado, el gobierno ha ganado tiempo ante unas elecciones ahorcadas que se le vienen encima, temeroso de perder una votación y para seguir encaminado también todo su plan oficial en contra de los trabajadores y las trabajadoras en Chiapas, USICAMM por ejemplo o la declaración patrimonial acentuada en los últimos días; por el otro, las dirigencias sindicales principalmente y las estudiantiles, que lograron fortalecerse aprovechando la oportunidad para oxigenarse y las condiciones para negociar sus demandas gremiales e intereses particulares.
Pero en este dan darán como las campanas, donde unos ceden para no fortalecer al otro, donde unos pierden posición mientras otros las ganan, los más afectados siempre terminan siendo los de abajo. En principio, la sociedad desinformada y afectada por los graves acontecimientos; para continuar, los estudiantes que han sido utilizados como siempre para llevar a cabo las movilizaciones, que sin duda en varios momentos se salieron de control, y los condicionamientos a los que fueron sujetados finalmente; también, los padres de familia en su mayoría ingenuos por su condición social de marginación e ignorancia; además, la Escuela Normal Rural Macumatzá, que como muchos dicen, de escuela normal y rural ya nada tiene; y de corolario, las trabajadoras y trabajadores de la educación, que mientras sus dirigencias se distraen en estos arrebatos, la Secretaría de Educación avanza imponiendo sus planes sin la menor resistencia por parte del Sindicato.
Tuvo que intervenir Gloria Sánchez Cordero, para enseñarle a Rutilio Escandón que los líderes sindicales ya aprendieron a cobrar y saben en qué momento salta la liebre para negociar; y que, en época de elecciones, no pueden darse el lujo de permitir que caigan los cargos de elección en Morena, por las malas decisiones en los gobiernos estatales.
Sin embargo, libremente de esta treta por la lucha de intereses, las acciones que hemos visto reflejadas, se presentan en medio de la millonaria movilización de la clase trabajadora colombiana, de la crisis Palestina, de la lucha que han emprendido los jubilados, de la inconformidad creciente en todas partes del estado, del país y del mundo; que advierte, lo que vendrá en nuestro país, ante la profunda crisis que se vive, en medio de este proceso electoral profundamente antidemocrático y un país con hambre, miseria y desempleo, que sólo puede salvarse llamando a la unidad en contra de los malhechores, en contra de los líderes ligados a este gobierno, responsables de la situación actual que atraviesa la educación en Chiapas.