A más de 100 años
*Sin dinero para el pago de salarios y menos para servicios médicos
A más de 110 años de haber sido fundada (21 de febrero de 1910), la Cruz Roja Mexicana comienza a dar muestras de estar en condiciones sumamente críticas, sobre todo en la Delegación Tuxtla donde desde hace varios meses, coincidentemente con el inicio de la pandemia por el COVID-19, comienzan a salir a flote una serie de irregularidades que van desde la falta del pago de salarios a personal de nómina de la Benemérita Institución, así como las afectaciones que hay en casi todas las áreas operativas.
Lo anterior ha sido dado a conocer de manera anónima por trabajadores de la Delegación Tuxtla, quienes pidieron guardar su anonimato por temor a las represalias, al tiempo de señalar que han transcurrido una serie de irregularidades al interior de esta delegación, que van desde el adeudo en el pago de nóminas, a la par de la afectación que priva en todas las áreas operativas, como caja, limpieza, servicios médicos y socorros, entre otros.
Los denunciantes detallaron que los administradores de la Delegación les adeudan un mes de salario “y no dan la cara, pero quienes laboran en las áreas administrativas sí han cobrado su sueldo puntualmente, pero se justifican diciendo que el retraso de nuestros pagos se debe a trabajos de remodelación y acondicionamiento de consultorios, pero nada de eso hay”
“Desconocemos si hay desvío de recursos o es consecuencia de una mala administración, pero queremos recordar que, antes, la máquina de Rayos X funcionaba y contábamos con más ambulancias y materiales en hospital, pero la Cruz Roja ha ido en decadencia desde que el señor Oscar Corzo Tovilla, asumió el cargo como Presidente del Consejo de la Delegación Tuxtla».
Señalaron que “habemos personas que, en más de 10 años, no hemos recibido un aumento de sueldo y vivimos al día; hay madres solteras cuyo único ingreso es el percibido aquí, y la situación actual está afectando nuestra vida personal, puesto que tenemos que hacer préstamos para poder conseguir para comer, mientras que la directora, Iveth Suárez, que ni siquiera llega o se sale en horarios laborales; cobra 14 mil pesos de salario con puntualidad”.
Finalmente, los quejosos indicaron que “hacemos un llamado a las autoridades y a la comunidad en general, ya que por personas como estás se ha desprestigiado la institución; estamos cansados de ser callados y de no recibir atención del delegado Estatal, Francisco Alvarado Nazar, quien se ha deslindado y desentendido de esta problemática, y de ser necesario, buscaremos el apoyo legal».