Buenos días Chiapas
Como decía el chapulín: pandió el cúnico. Vea usted a la gente implorando una prueba porque tiene fiebre y/o tiene tos, etc.
¡Por favor! Abran los ojos. Vamos por partes.
Cada año, iniciando el invierno hemos visto que la gripe tradicional y conocida, así como la tos, se multiplicaba en niños y ancianos, principalmente.
Por estas fechas nos avisaban de que tal tío, ochentón, o más, había muerto de neumonía.
Los médicos de antes, con una abate-lengua, veían la garganta y recetaban.
Desde luego que, aún inyectando antibióticos, morían tíos y tías y también uno que otro joven y niño.
¡Por Dios! no caigan en la trampa de las farmacéuticas internacionales que, a la fecha, no saben que hacer con esos cientos de millones de dólares diarios que están ganando, aún regalando algunos lotes de vacunas.
A ver su me entienden. Si vemos el número de muertos diarios en México, del año 2019, veremos que en el 2020 aumentó ligeramente porque la pandemia levantó a fines de ese año a paisanos, pero ese incremento, ahí le va, fue de menos del 10% ejemplo. Si a diario morían en México 10 mil, aumentó a 10 mil ochocientos.
Y es que hay malosos que quisieran pasar por las armas a López Gatell, como esa senadora panucha Kenia López Rabadán que es alarmista y que no maneja la estadística como yo.
El trinche Inegi tampoco ayuda a mi presidente para que no cuanda el pánico. Es un instituto que debe desaparecer.
El año pasado, si vemos la estadística y lo comparemos con el 2019, tampoco vamos a ver el doble o el triple de muertos. El total de fallecidos anual del 21, sí, es mayor al del 20 pero tampoco es que se haya duplicado el número de muertos. No llegó ni al 20% más.
Me refiero al total de fallecidos por todas las causas. Hasta los muertos por balas y accidentes de automóviles cuentan y, desde luego, cada año crece con covid o sin covid.
Creo que nos vamos entendiendo. El covid no duplicó o triplicó la ausencia de paisanos.
Sí, hay familias en las que de 9 quedaron en pue 5, pero vea usted a su familia y de los que ya se fueron dígame la edad y si estaba enfermo.
Ya sabemos que el virus le da un empujoncito a los que están con una morbilidad, peos los que, como cuando jugábamos canicas “cuarta al hoyo”.
Un cáncer de páncreas, hígado, etc. ¡Por favor! Esa persona no puede resistir igual que aquel sano, sanote puro machote, como tú comprenderás, jefe Noé.
Me chequé hace seis meses, en julio/21 y, a Dios gracias, como de 18. Claro está que la salud de un viejo es cuestión de horas.
Muchos y amanecieron con un derrame cerebral.
Bueno, lo que estoy viendo es que los laboratorios tienen filas hasta de media cuadra.
La gente mienta madres porque quisiera que llegando a un puesto de vacunación fuera el primero en pasar; si llega a solicitar una prueba, también quiere ser atendido enseguida; de ahí que, con el aguinaldo de este mes, miles de maestros, de esos que son protestantes, porque nada de lo que hace el gobierno les parece, pagan se prueba y se van contra la 4T.
¡No manchen! y lean, por favor.
Hace más de 60 años, por estas fechas, muchas veces me dio gripe y tos. Mi abuelita Serafina me preparaba bebidas calientes, tés, me frotaban pecho y espalda con 666, mentolato y no sé qué más. todavía no llegaba a Tuxtla el vic.
A los tres días, si mucho, ya andaban yo corriendo. Me advertían: no vayas a comer nieve si pasa don Pedro cabrón.
Había pocos médicos y lo que no había era para la consulta y las medicinas, esos papelitos que preparaban los farmacéuticos de aquellos años, don Juan Mejía, don Eleazín Ballinas, don Joseíto Aguilar y otros que luego citaré.
¡Ah qué tiempos aquellos, señor don Simón!