Migrantes provenientes de Haití instalados en las afueras del Instituto Nacional de Migración (INM), en Tapachula; afirmaron que son relegados, agredidos, insultados y son presa de las autoridades federales y estatales, que no quieren ver la necesidad que ellos tienen y por eso están aquí.
Algunas mujeres al hacer uso de la palabra, fueron específicas al citar que las deportan a Guatemala como si se tratara de un
daño el solicitar apoyo, los papeles que ya tienen los reciben solo para romperles y con ello quedar desamparados, ello al permitirles hablar vía celular con este medio.
Otro de los migrantes, dijo que Tapachula, está igual que su país, pues hay grupos delincuenciales, abusan de ellos, no hay trabajo, por eso no quieren a Chiapas, su sueño es otro lado, en concreto Estados Unidos u otra entidad donde haya posibilidades y no como acá que no existe nada para ni los propios chiapanecos.
Se calcula que solamente en Chiapas hay unos 7 mil haitianos, pero en suma rebasan los 15 mil migrantes varados en Tapachula, mientras que en el estado existe la posibilidad de que haya unos 40 mil, aunque solo 32 mil existían el año pasado, algunos ya trabajando sin papeles dentro de Ayuntamientos, casas particulares, bares, campo y comercio informal.
Por lo que refiere a los migrantes instalados en Tuxtla Gutiérrez, dijeron que ellos si desean seguir, ya que el Ayuntamiento como otros ciudadanos les han tomado aprecio y deciden apoyarlos con trabajo, lo que los motiva estar en la capital, aunque reconocen que es solo para sobrevivir.
Lo que ganan en Tuxtla no da para vivir, solo para alimentarse, comprar algo de ropa barata y en todo caso ahorrar para algunas medicinas si llegan a enfermar, pero también se dijo que se busca dinero para pagar la renta, el pago de servicios como luz, agua y en ocasiones la compra de tarjetas para el celular.