A 129 años de que Tuxtla Gutiérrez fuera declarada como capital del estado de Chiapas, durante un hecho histórico realizado en el año de 1892, uno de sus edificios más emblemáticos, como es la Ex Presidencia Municipal, hoy convertido en museo, ubicado en pleno centro de la ciudad, luce completamente desolado y rodeado de láminas que obstruyen el paso peatonal, sin que la autoridad municipal se preocupe en lo más mínimo en terminar su restauración.
Este 11 de agosto, fecha que anteriores administraciones no dejaban pasar por alto, y que realizaban eventos culturales, mesas redondas con cronistas y danzas tradicionales del Mequé o Fiesta Zoque, para la alcaldía que preside de manera temporal la señora Karla Burguete Torrestiana, todo parece indicar que no tiene la menor importancia, además de que están en puerta otros eventos no menos importantes para la capital coneja.
Y es que este 21 de agosto también se conmemora el 225 aniversario del natalicio de nuestro héroe local, el General Joaquín Miguel Gutiérrez, cuya estatua, junto con sus restos, está colocada a la entrada del palacio municipal, actualmente convertido en una cárcel pública, completamente enrejada, mientras que, en la parte posterior de la Catedral Metropolitana de San Marcos, sólo hay una placa alusiva a la gesta heroica por la defensa de nuestra ciudad.
Otro evento de gran importancia lo es también el 28 de agosto, fecha en que se cumple el bicentenario del inicio de la independencia de las provincias de Chiapas y Centroamérica y, el 4 de septiembre, que es la fecha de la independencia de Tuxtla desde aquel año de 1821.
Lamentablemente, quienes están al frente de los destinos de la capital chiapaneca no son tuxtlecos, por ello la ciudad sigue y seguirá sumida en el abandono, hasta que llegue alguien que de verdad quiera nuestra Coyatoc (Casa de Conejos), para que nuestras tradiciones y costumbres vuelvan a ser celebradas por los tuxtlecos bien nacidos.
A 129 años de ser capital, Tuxtla está abandonada
Este 11 de agosto, fecha que anteriores administraciones no dejaban pasar por alto, y que realizaban eventos culturales, mesas redondas con cronistas y danzas tradicionales